Próxima estación, Legazpi.
Subes al mismo vagón y te
aferras a la barra de enfrente.
Te miro, me miras. Conectamos en cuestión de
segundos.
Delicias, recorremos nuestros cuerpos milimétricamente con nuestra
mirada.
Palos de la frontera, algo sucede entre tus piernas.
Embajadores,
acaricio mi nuca y muerdo mis labios.
Lavapiés, te deseo buenas tardes y bajo
del vagón.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar